¿Ayudarán los programas de cocina a inculcar el gusto por la alimentación saludable?
Leemos estos días que 3.000 niños aspiran a convertirse en el ganador de MasterChef junior, tras el éxito cosechado en su primera edición española para cocineros adultos y amateur. Es sorprendente que jóvenes de edades entre 8 y 12 años sientan ya el gusanillo por la cocina y estén dispuestos a dejarse la piel en los fogones del concurso televisivo.
Con 5,5 millones de espectadores, un 33,1% de ‘share’, la edición para maores de MasterChef no hizo sino corroborar que la cocina está muy de moda. La cadena televisiva que lo emite (TVE) aprovecha ahora el tirón de lo culinario y lo combina con la participación de pequeño genios.
Resultaba gracioso ver a los niños en los castings de toda España cortando lechugas con pericia. Más allá de lo anecdótico o cómico, podría ser una buena ocasión para que los pequepos de la casa tomen conciencia de en qué consiste una buena alimentación. Que aprendan a sacar jugo a la variada gastronomía española y, cómo no, a sus formidables verduras. Propongo desde aquí que una de las pruebas de presión consista en inventarse una plato hecho a base de hortalizas divertido que tenga como jurado a un grupo de pequeños comensales.
Esperemos que el programa no quede en una retaíla de recetas de cupcakes y otros dulces
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