Esta semana hemos tenido la suerte de participar en la organización de la fiesta de inauguración de las instalaciones de Peregrín, empresa hortofrutícola que se traslada a una espectacular nave de 16.000 metros cuadrados.
Tras comenzar su andadura en los años treinta, son ya tres las generaciones que han tomado el relevo de la compañía ahora convertida en SAT (Sociedad Agraria de Transformación) y que han ido cosechando éxitos gracias al esfuerzo de todo un equipo compuesto por unas 400 personas.
Junto a su especialidad en lechuga –iceberg, baby, romana, escarola y hoja de roble, entre otras- y ajo, Peregrín completa su catálogo con la oferta de productos como rábano, granadas, alcachofa, coliflor, brócoli, espinacas y diversas variedades de melón.
La empresa estrena sus modernas infraestructuras que le permitirán seguir aumentando su capacidad productiva y que incorporan los últimos avances tecnológicos en toda la nave, distribuida en las zonas de manipulado y envasado, ventas y oficinas.