Al igual que en otras fechas señaladas, el Día de San Valentín dispara la creatividad marketiniana. Todos los negocios de la rama que sea, saltan cual resorte ante la posibilidad de vender más en los días previos a esta celebración. Los que saben que venderán más, sí o sí, elevan sus precios hasta niveles estratosféricos para hacer su agosto en febrero. ¿Por qué funcionará tan bien esta fecha a nivel comercial? ¿Nos pilla con la voluntad en baja forma? ¿Nos invade el sentimiento del consumo conforme nos bombardean con más y más productos? Habrá detractores que crean que se trata de una festividad ñoña e impuesta por las grandes marcas pero, ¿no es una excusa genial para hacer gasto?
Todos los sectores ven cómo en mayor o menor medida pueden encajar sus productos pero claro, hay un top ten donde las flores se los llevan a todos de calle. Pero cuidado, el sector de la alimentación también se ha ido especializando en ofertas que encajan muy bien con esta festividad. No solo los establecimientos de restauración se preparan para una noche concurrida de parejas sino que las tiendas de productos alimenticios online llevan ya varios días gestionando pedidos de envergadura a propósito del Santo (Valentín) www.b-ideas.es
