El concepto de street food está en alza. Pero ha llovido mucho desde la creación de aquellos tradicionales puestos callejeros de perritos calientes. Apuestas novedosas y sofisticadas se integran en la actual oferta de comida que presentan los puestos callejeros sobre ruedas.
Junto con la comida étnica, que es quizá una de las propuestas más atractivas y con mayores índices de crecimiento, los vegetales se convierten en los últimos años en pilares, tanto en los menús de los restaurantes de comida rápida como en los de alta cocina. Porque comer rápido y en un entorno callejero puede combinar a la perfección con tomar un ligero snack a base de verduras.
Sería una gran idea, sobre todo, con una climatología tan propicia como la de España, fomentar el consumo de frutas y verduras, con deliciosas ensaladas elaboradas y zumos naturales, ofrecidos desde estas camionetas de comida callejera. De hecho, el portal online FoodBev.com, publicación de referencia internacional en noticias sobre industria alimentaria, vaticina ese boom de los vegetales en los próximos años, desde snacks saludables a base de yogures vegetales con sabor a zanahorias, a envases comestibles y, por tanto, sostenibles.
En ciudades punteras en cuanto a niveles de innovación y creatividad, como Nueva York, San Francisco o Copenhage, el movimiento del street food está abarcando posibilidades innumerables y los carritos (food trucks) esconden verdaderos laboratorios de ideas. En España, la legislación vigente no está siendo de gran ayuda para desarrollar este concepto, de ahí que hayan surgido movimientos en favor del street food, como Street Food Madrid.
Ya sea comida étnica, ensaladas o bocadillos, esperamos que este movimiento en boga siga ganando puntos y se convierta en una alternativa gastronómica más en nuestro país.